Cuando se vive en un país del tercer mundo o no desarrollado, es común encontrar muchas personas que anhelan migrar hacia otra nación con el fin de mejorar su calidad de vida ya que la pobreza y escases son el común denominador en la sociedad donde se encuentran. El llegar a otro país no me garantiza que voy a gozar de los beneficios y derechos de los ciudadanos, porque aun sigo siendo un extranjero, por eso es necesario sacar la documentación requerida para obtener la ciudadanía.
Un
extranjero es a aquella persona que no forma parte de la comunidad política que se adopta como referencia.
Un
Ciudadano es la persona que forma parte de una sociedad. La condición de miembro de dicha comunidad se conoce como ciudadanía, y conlleva una serie de deberes y una serie de derechos que cada ciudadano debe respetar y hacer lo suyo.
Antes de conocer a Cristo éramos o pertenecíamos a:
-Los Gentiles: Históricamente, por no ser Judíos.
-Reino de Las Tinieblas: Espiritualmente.
Luego de conocer al Señor observamos como Él nos transportaba de ese reino de la muerte a su reino de vida eterna y entendimos que pasamos a ser hijos de Dios por tanto ciudadanos de su Reino. La Biblia nos muestra esto en el siguiente pasaje:
Efesios 2:12-13 “En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. 13Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.”
1 Pedro 2:9-10 “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.”
Los versículos anteriores nos muestran los beneficios a los que estábamos ajenos antes de ser ciudadanos.
ALGUNOS BENEFICIOS DE LA CIUDADANÍA DEL CIELO:
• Pactos de la promesa
• Esperanza
• Compañía de Dios
• Misericordia
Muchos cristianos parecen extranjeros en la iglesia, puesto que no sienten sentido de pertenencia por la nación santa a la que están representando y no hacen uso de los beneficios que trae el ser un ciudadano del reino de los Cielos.
ALGUNOS REGLAMENTOS ACERCA DE LA CIUDADANÍA
• Ser hijo te otorga automáticamente una ciudadanía. ¿De quién somos hijos? (Salmo 2:7)
• A nivel espiritual no es posible tener dos ciudadanías al mismo tiempo. (Santiago 3:11)
• Existen derechos y deberes en ambos reinos, con la diferencia que los “beneficios” que ofrece Satanás son pasajeros y que después tienen un costo muy alto. (Jn. 10:10)
• Es Personal e intransferible (Jn 3:18)
Dios desea que nos veamos a nosotros mismos como extranjeros en este mundo pero desde ya como ciudadanos de su reino, que esperemos una eternidad gloriosa a su lado, que estemos dispuestos a cumplir con los deberes que la Biblia nos demanda y que gocemos que la plenitud de sus beneficios para nuestra vida.
